Sobre el hielo se encontraba los dos equipos de hockey, disputando la gran final que todo el mundo estaba deseando ver.
Se disputaba en New York, y el equipo local era el mas aclamado ya que tenía a uno de los mejores jugadores del mundo. A falta de cinco minutos de partido, se lesionó dicho jugador y el equipo visitante logró empatar el partido. Tras la lesión entró un jugador que nadie confiaba en el porque era muy patoso.
A tan solo de cinco minutos, el marcador seguía igual, pero en una contra se dirigia él, contra el portero, el silbato sonó y ya el disco estaba en el aire, logró entrar.
Desde entonces volvieron a confiar en el
Se disputaba en New York, y el equipo local era el mas aclamado ya que tenía a uno de los mejores jugadores del mundo. A falta de cinco minutos de partido, se lesionó dicho jugador y el equipo visitante logró empatar el partido. Tras la lesión entró un jugador que nadie confiaba en el porque era muy patoso.
A tan solo de cinco minutos, el marcador seguía igual, pero en una contra se dirigia él, contra el portero, el silbato sonó y ya el disco estaba en el aire, logró entrar.
Desde entonces volvieron a confiar en el
